LA MANSIÓN EMBRUJADA
Había una vez una señora que tenía 4 hijos. Se llamaban Manuel, Albert, Josuif y Juan. Manuel era delgado y tenia la fuerza de un mosquito, vamos que se lo cargaba una paloma. Albert era un niño delgado y bajo, pero era de armas tomar, iba siempre con granadas en los bolsillos. Josuif era un poco mas relleno, mas alto y era un cagao de miedo, se asustaba de su propia sombra. Y Juan era lo intermedio de peso y de altura entre sus hermanos, eso si era un gran deportista.
El día de halloween, Juan y sus hermanos iban de casa en casa pidiendo caramelos. En una ocasión un señor antipático les dijo que se fueran a otro lado. En ese momento Juan sacó un mechero y se lo pasó a Albert, que mientras lo cogía, se sacaba un cheroki del bolsillo de su pantalón. Lo encendió y se lo lanzó. Los 4 se dieron la vuelta menos Manuel que con la fuerza de la explosión se calló al suelo.
A las 11 de la noche solo les quedaba la mansión embrujada en la que nunca nadie se había atrevido a entrar. Todos querían entrar menos Josuif que se negaba hasta que Alberto lo amenazó. Se pusieron delante de la puerta principal creyendo que como en todos los cuentos que habían leído esta se abriría sola, pero no fue así. Por eso aunque no os lo creáis Albert sacó un gancho y los 4 empezaron a trepar hasta una ventana que había abierta.
Cuando entraron a la mansión notaron el ruido de la puerta abriéndose.
Una vez dentro estaban en una inmensa sala. De repente se apagó la luz y escucharon un ruido. Asustados se metieron dentro de un armario pero dentro había esqueletos y Josuif lleno de miedo intento salir. Solo que tocó el pomo equivocado y cayeron en un pozo lleno de sangre. Notaron un cosquilleo en los pies y vieron que en aquel líquido nadaban sanguijuelas. Estas cubrieron a Manu y solo quedaron los huesos.
Ya solo quedaban 3 y para vengar la muerte de su hermano Albert sacó una mina se la pasó a Juan y este la colocó con rapidez salieron de la sala, y esta explotó. Entraron corriendo al salón, se sentaron en el sillón y empezaron a comerse sus caramelos. Mientras por detrás un horrible mutante se les iba acercando. En el momento que el mutante les iba a coger, por la ventana entraron cientos de murciélagos y eso hizo que Albert sacara su lanzallamas y los empezara a achicharrar y así el monstruo acabó hecho cenizas.
Luego escucharon pisadas en la planta de arriba y subieron a investigar. Ya dentro de la habitación una sombra los cubrió por encima y al darse la vuelta se encontraron a Manu hecho zombie. Este estiró la lengua y enganchó a Josuif que mientras sus hermanos huían el se había quedado inmovilizado por el susto. Manu le mordió y contagió el virus a Josuif. En la mansión ya habían 2 zombies.
Albert y Juan ya iban silenciosamente por la casa cuando delante de ellos aparecieron 4 amigas suyas: Carlota, Mar, Rocío y Lisa. Ellas también estaban escapando de Manu y Josuif. Entraron por un conducto muy ancho para no toparse con los zombies. Ya a mitad de camino por detrás algo se acercaba. Carlota y Lisa tuvieron la mala suerte de ir las últimas de la cola y por eso la araña gigante que les perseguía las enrolló en telarañas y se las entregó a los mutantes. Ahora había 4 zombies.
No querían perder mas gente por eso se dirigieron directos a la salida. Anteriormente cuando Juan notó la puerta abrirse soltó un trozo de cemento para dejar la puerta así, y lo consiguió. Una vez llegado todos corrían hacia la salida, pero unas máquinas infiltradas que lanzaban unas púas extrañas que hacían roca a su víctima les atacaron. 1º le dieron a Mar en el cuello, luego Juan se esquivó 2 pero la 3ª le alcanzó en el tobillo y por último a Rocío le dio una en las espalda. Albert logró escapar dejándose atrás las figura de sus amigos en roca.
El pobre niño se marchó a casa triste con la intención de contarle a sus amigos a la mañana siguiente lo sucedido. Pero por una extraña razón que nunca nadie descubrirá, Albert apareció muerto por la mañana por varias mordeduras en el cuello. De sus amigos zombies no se supo nada pero eso si, a su amigo enrocado le llevaron a uno de los más famosos museos de Europa.
DE JUAN FERNÁNDEZ SÁNCHEZ.